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Un paseo por las calles de Xert


Dos mundos distintos
Un paseo por las calles de Xert
A Xert se puede llegar por el pueblo nuevo o por el pueblo viejo, y parece que lo hagas a dos mundos distintos. No importa si se hace desde arriba o desde abajo. Lo mejor es aparcar el coche en la parte más baja y dar un paseo a pie por las calles del pueblo.
Descubrirás las plazas, los ayuntamientos y las iglesias. Encontrarás los lavaderos y las norias a un lado. Y a medio camino entre unos y otros, el antiguo y enorme palacio de los condes de Pestagua. Es la herencia de toda una vida.
Y, si tienes suerte, podrás hablar con los hombres que todavía alzan muros de piedra buscando la que más encaja en él.

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La herencia de toda una vida
El Pueblo Viejo
Para ir al pueblo viejo debes subir calles y lo encontrarás. El pueblo viejo se acomoda en la falda de la montaña. Sabrás que estás cerca porque las calles se vuelven más estrechas y empieza la pendiente.
Su puerta simbólica por la calle de Valencia la marca el palacio de los condes de Pestagua, a mano izquierda. Por la calle del Forn, el cambio de pavimento, al igual que por la calle del Tossalet.
A lo alto de la calle del Sol las casas coloreadas alegran la calle. Y al final, a mano derecha, una cuesta de piedra lleva hasta la vieja iglesia.
Se acomoda en la falda de la montaña
De finales del siglo XIII
La Iglesia Vieja
Si llegas a la vieja iglesia por la calle Cap de la Vila irás descubriendo el edificio poco a poco a medida que subas. Si llegas por la calle Fredes, ya la verás de lejos.
La edificación primitiva es de finales del siglo XIII y se construyó sobre el castillo que presidía el pueblo. Fue en el siglo xv cuando se hizo la puerta lateral, que es la que más te sorprenderá. Vale la pena acercarse para observar los detalles de la puerta y la arquivolta que la protege.
Durante el siglo XVII se realizó una importante reforma que cambió varios elementos estructurales.


Un incendio estropeó las riquezas de la iglesia
Las riquezas de la iglesia
El incendio de 1856 estropeó gran parte de las riquezas interiores y la reforma que se hizo no era la que estaba proyectada en un primer momento.
La historia trágica de esta iglesia no termina, porque durante la Guerra Civil se destruyeron todos los retablos y el archivo. Así que Xert optó por construir una nueva iglesia en el nuevo núcleo de población. No fue hasta 1984 cuando se empezaron las obras para dar a la vieja iglesia el aspecto actual.
En la Guerra Civil se destruyeron todos los retablos
Sobre la fachada
La espadaña con cuatro campanas
El acceso más antiguo de la iglesia es la actual puerta lateral. La fachada, sin embargo, quedó inacabada. Aun así, desde lejos se ve la espadaña con los cuatro arcos de medio punto con las campanas y la otra más pequeña, superior, con la quinta.
Fíjate también en las gárgolas en forma de cañón que coronan la iglesia y en el arco de la calle Fredes junto a la fachada.
En la parte trasera de la fachada principal hay un espacio que seguramente había sido el viejo cementerio.
Unas gárgolas en forma de cañón coronan la iglesia


Es de arquitectura gótica civil
El Palacio de los Condes de Pestagua
El palacio de los condes de Pestagua data del siglo XVII. Lo hizo construir la familia Feliu, que provenía de Castellón y eran condes de Pestagua. Eran muy ricos, tanto que, aparte del palacio, que tiene dos cuerpos, habían pagado también una de las capillas de la iglesia vieja. Estuvieron allí hasta el siglo xx.
Hasta los años sesenta vivió allí el médico de Xert, que se había casado con la hija de la condesa. Después, el palacio fue la sede de la cooperativa agrícola y un centro social con bar. Sea como fuere, el edificio se fue deteriorando.
El edificio tiene dos puertas con grandes dovelas que forman arcos de medio punto y que marcan las entradas señoriales. También tiene otras puertas auxiliares. La restauración del edificio te permitirá ver los sillares que rodean las ventanas y los alféizares que sobresalen de la pared de la fachada principal.
Es de arquitectura gótica civil. En su interior tiene un salón noble muy amplio y otras dependencias. Los arcos de piedra y la altura de las paredes hacen que la visión del espacio sea impresionante. También se ha restaurado la entrada de las tartanas y las escaleras laterales de piedra de este vestíbulo.
Un espacio interior impresionante
Fue la plaza mayor del pueblo cuando este tenía murallas
La plaza Vella
Lo que ahora es una de las plazas más pequeñas pero con más encanto de Xert, la plaza Vella, fue la plaza mayor del pueblo cuando este tenía murallas. De hecho, el Portal Fosc, que parte de debajo de las casas de la plaza, era una de las puertas de la muralla. Uno de sus arcos tiene la inscripción de una fecha, 1609.
Unas vigas de madera y unas columnas redondas de piedra crean el porche característico de la plaza Vella. El Ayuntamiento viejo, en el Portal Fosc, tiene una viga maestra que data de 1691.
En la otra punta de la pequeña plaza encontrarás una fuente de piedra con dos pináculos en forma de alcachofa.


Construcción moderna y exteriormente austera
Parroquia de la Asunción de María, iglesia nueva
La nueva iglesia de Xert, que también lleva por nombre Parroquia de la Asunción de María, se construyó en los años sesenta. La vieja iglesia había quedado parcialmente destruida durante la Guerra Civil, y el presupuesto para reconstruirla era demasiado elevado, según el proyecto previsto.
Además, dado que el pueblo había ido descendiendo la montaña, se tomó esta decisión. En la parte central de la fachada, se alza el campanario, cuadrado y rematado por una estructura de hierro que aloja la campana. También hay una cruz debajo del reloj. Se trata de una construcción moderna y exteriormente austera.
También hay unos en las afueras, junto a la fuente del Aubelló
Los lavaderos públicos
En el Pla de la Font están los lavaderos del pueblo de Xert. No son los únicos. También hay unos en las afueras, junto a la fuente del Aubelló. Los del pueblo datan del siglo XIX y XX y mantienen el cartel que reza «Lavaderos públicos». Se accede por una pequeña arcada junto al barranco de la Font, justo después de pasar sobre el puente que los une al núcleo del pueblo.
Tres pilas enmarcadas por unos grandes arcos de medio punto que abren el edificio hacia el barranco y a una plazoleta que hay en la esquina dejan ver un pozo con una noria. La noria y el pozo se encuentran en un terreno particular. Si te fijas verás los cubos con los que se sube el agua del pozo.

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