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Un paseo por las calles de Traiguera


Descubrirás Traiguera levantando la mirada
Un paseo por las calles de Traiguera
Cuando pasees por Traiguera, mira arriba. Te sorprenderá la cantidad de detalles que descubrirás levantando la mirada: de las gárgolas de cañón de la iglesia hasta los bajobalcones alicatados de las casas. Y en las paredes, los retablos cerámicos que rememoran a los santos, vírgenes y patrones.
También podrás tocar restos de la muralla medieval y renacentista que cerraba el pueblo antiguo. Sabrás que te encuentras dentro porque las calles, estrechas entre casa y casa, te invitarán a deambular desordenadamente.
No te apresures: pasa por el Portalet y baja a refrescarte en los lavaderos de al lado de la capilla de Sant Vicent.

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La Sala de la Vila
El Ayuntamiento
El edificio del Ayuntamiento es un palacete del siglo XV. Recibe el nombre de Sala de la Vila porque había sido el lugar donde los Jurados y el Consell de Traiguera se reunían para tomar las decisiones. Incluso el Reino de Valencia convocó aquí tres reuniones de las Cortes en la primera mitad del siglo xv.
En la fachada, con sillares de piedra gris y ámbar, hay, incrustado, también de piedra, el escudo del pueblo. Puedes observar con detenimiento la traiga. Al edificio se le añadió un ventanal gótico que había en la antigua Aula de Gramática Latina, una escuela que funcionó en Traiguera entre los siglos XV y XVI.
Un ventanal gótico en la fachada
El ayuntamiento
La traiga y la tráviga
La traiga es uno de los ornamentos de madera o hierro con los que se sujetaban los bueyes al carro. Tiene una forma parecida a la herradura, con un travesaño que iba situado debajo de la cabeza del animal de carga. Encontrarás la traiga en el escudo de Traiguera, que la incluye. Verás un par en la fachada del Ayuntamiento. También se encuentran en la capilla de San Vicente Ferrer y en la iglesia de la Asunción. Las traigas de estos tres lugares datan de la primera mitad del siglo XVII.
En el Ayuntamiento encontrarás la antigua prisión medieval, la «tráviga». Está documentada del año 1642. Se conocía en todo el Maestrat por la gran seguridad de sus cierres y por su sordidez.
El escudo de Traiguera incluye una traiga


De estilo renacentista y con detalles góticos
Iglesia de la Asunción
El alma del centro de Traiguera es la iglesia de la Asunción. Es una enorme edificación inacabada de los siglos xvi y xvii. Si la miras por delante se puede adivinar que al templo le falta, como mínimo, un cuerpo. Es de estilo renacentista. Podrás observar detalles de ello en la puerta lateral, que incluye algunos góticos y baldas de la misma época. Los picaportes con forma de dragones y perros, las gárgolas de cañón y la majestuosa puerta contrastan con el resto del contorno del edificio, mucho más sobrio.
Picaportes con forma de dragones y perros
Le cayó un rayo encima
El Campanario
Podrás ver el campanario desde la calle de Capero y la plaza de las Campanas. Se encuentra al lado del ábside y se empezó a levantar en 1393 como complemento a la iglesia gótica anterior a la actual. Doscientos años después se acabaría, aunque en 1923 le cayó un rayo encima, que tumbó la cruz que lo coronaba.


Una pequeña construcción del siglo XVII
La Capilla de Sant Jaume
Se trata de un edificio que hace las funciones de hogar de los jubilados de Traiguera. La encontrarás junto a la plaza triangular del Raval. Es una pequeña construcción del siglo XVII que había llevado el nombre de ermita de San Cristóbal porque este era el santo que la patrocinaba. También había sido la sede de la Cofradía de los Alfareros, y por eso adquirió el nombre de Sant Jaume.
Una cúpula con tejas sobre un tejado a dos aguas culmina la ermita urbana. Un reloj preside la fachada, que tiene una puerta con arco de medio punto adornado con dovelas.
Alojó durante años el Museo de la Cerámica
La Capilla de Sant Blai
En la calle Sant Blai hay una capilla con el mismo nombre flanqueada por casas. Tendrás que levantar la cabeza para darte cuenta de que sobre la puerta de medio punto adovelada y la ventana superior hay una espadaña. Es la que recuerda su uso primitivo como capilla. La construcción del siglo XVIII, neoclásica, alojó durante años el Museo de la Cerámica y ahora es una sala de exposiciones.


Un pequeño lugar de paso edificado durante el siglo XIV
El Portalet
En el lado este de la antigua muralla de Traiguera encontrarás el Portalet. Es un pequeño lugar de paso edificado durante el siglo XIV. Se conservan, restaurados, el arco de medio punto que hace de puerta y el muro superior de piedra, con almenas. Si lo miras por el lado interior podrás adivinar los soportes para cerrar la verja o la puerta que cerraba el paso.
Protegía la villa de los ataques del enemigo
El Recinto amurallado
En la parte norte de Traiguera es donde quedan más restos del recinto amurallado que protegía la villa de los ataques del enemigo. Fue la Orden de Montesa quien hizo fortificar Traiguera haciendo más anchos y más altos los muros de piedra. Al final de la calle de la Closa verás un muro bajo que traza el recorrido de la muralla norte y el baluarte. Si sigues la calle de Sant Vicent irás encontrando vestigios de las piedras que formaban el muro medieval. Todavía lo verás mejor si te acercas al barranco de la Font.


La capilla y la fuente
Capilla de Sant Vicent
A las afueras de la población por la parte norte, justo fuera de las antiguas murallas, se encuentra la capilla dedicada a san Vicente Ferrer. Se construyó en recuerdo de la bendición del santo, que pasó por Traiguera en 1413 para pedir que nunca faltara agua a esta fuente.
La capilla, muy austera, de piedra, está situada sobre la fuente, que, a un nivel inferior al suelo, la soporta gracias a un arco apuntado. La capilla, de principios del siglo xvii, incluye un altar y una pequeña imagen de san Vicente Ferrer, y fue restaurada dos siglos más tarde.
Un bonito camino junto al barranco de la Font
Los lavaderos y el paseo del barranco
Delante de la fuente y de la capilla, aprovechando el agua que bajaba por el barranco de la Fuente, se hicieron unos lavaderos. Están formados por tres enormes pilas que se comunican entre sí por unas incisiones en la piedra. En días de calor, ve para encontrar el frescor, sentarte a la sombra y escuchar el tintineo del agua. Verás volar libélulas de colores llamativos y los pájaros que acuden a beber.
Al fondo de este espacio, dejando atrás lavadero, fuentes y capilla, podrás pasear por un bonito camino habilitado junto al barranco de la Font. Ornamentado con antiguos abrevaderos de piedra, podrás observar la vegetación autóctona: palmitos, olivos, moreras, granados, almendros y alguna higuera. Y entre ellos, las mariposas te embobarán con su vuelo.


Incluye piezas importantes de orfebrería religiosa
El Museo Parroquial
La iglesia de la Asunción incluye el Museo parroquial, en el que podrás ver muchas piezas importantes de orfebrería religiosa de gran valor artístico. Hay objetos de varios templos, como arquetas, tapas de evangeliario o cruces procesionales. También hay imaginería, como tallas policromadas, y restos de retablos, todo de la época medieval. Para una visita en grupo contacta con la oficina de turismo.
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