ANIMACULTURAL

Un paseo por las calles de San Rafael del Río

Calles amplias y casas sencillas, un entorno amable

Un paseo por las calles de San Rafael del Río

San Rafael del Río es un pueblo de calles anchas y casas de poca altura ordenadas, sencillas pero bien conservadas. Algunas tienen azoteas con emparrados que resguardan del calor. Todo junto consigue que cuando paseas tengas sensación de pueblo. Si lo haces en silencio, escucharás una gran variedad de pájaros, mucho más si caminas junto al río. Un área de socialización canina bien habilitada, varias plazas con juegos infantiles, un circuito saludable, sombra, bancos y fuentes convierten el casco urbano en un entorno amable. Además, si eres amante de la fotografía, encontrarás interesantes rincones para retratar.

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Bien de Relevancia Local

Iglesia parroquial de San Rafael Arcángel

En la plaza de la Iglesia se erige la iglesia parroquial de San Rafael y su campanario, catalogados como Bien de Relevancia Local. La actual iglesia es un edificio integrado en la plaza como uno más. El cuerpo de la iglesia, cuadrado, sigue el estilo de las casas de pueblo y de los almacenes agrícolas: líneas sobrias y enlucido exterior. No es la iglesia original, que fue construida entre 1882 y 1890. Al lado, el campanario de planta cuadrada, con dos campanas y un pequeño piso superior redondo, sobresale de los edificios del entorno. Es de 1949. La antigua iglesia estaba formada por una nave central y varios altares en los laterales y su fachada terminaba con un frontal triangular y una cruz encima, culminando el tejado a dos aguas. Anteriormente había tenido una espadaña con una sola campana. En 1968 se inició la restauración de la iglesia. Del exterior solo se conserva la puerta.

Sigue el estilo de líneas sobrias de las casas de pueblo

La arquitectura popular en la plaza de la Iglesia

La plaza

La plaza de la Iglesia es un entorno en el que se combina la arquitectura popular del siglo xx con un gran banco de «trencadís» claro y unos emparrados modernos. La instalación, de formas orgánicas, de madera y metal, explica la voluntad de modernidad que tiene San Rafael del Río. Es un pueblo con una historia de personas humildes y de vida rural que apuesta por el contraste entre los edificios austeros del pueblo y las actuales incorporaciones. Todo ello convierte el entorno en un sitio agradable.

Un pueblo de personas humildes y de vida rural

El olivo y la muela recuerdan los antiguos molinos de aceite

Muela de la plaza Sant Isidre

La plaza de Sant Isidre, al final de San Rafael del Río, camino de Rossell, ofrece otro oasis al visitante. Es una plaza en forma de punta de lanza, con mucha sombra gracias a las moreras y a unos bancos que la rodean. Un sitio ideal para descansar. Al final, junto a un olivo que recuerda la riqueza histórica del pueblo y, a la vez, la modernidad, está la muela. Se trata de una muela doble que se utilizaba en uno de los veinte molinos que dieron renombre al pueblo. En medio de las dos grandes ruedas de piedra se encuentra el antiguo mecanismo: un engranaje de metal y un embudo de madera, por donde se echaban las aceitunas. En la base de la muela se puede ver el recorrido que hacía el aceite al terminar de prensarlas. Desde allí caía en los recipientes que lo recogían. Es el legado histórico de un pueblo dedicado a la agricultura.

El legado y la riqueza histórica.

 

La antigua fuente era un abrevadero para animales

Fuente de la plaza de la Palmera

La plaza de la Palmera es un rinconcito con una fuente. La fuente actual, un monolito de piedra con dos picas de agua, sustituye a la antigua fuente. La antigua fuente, práctica y con un surtidor de agua potable, servía como bebedero para los animales de tiro: caballos, mulos… y estaba hecha con una muela de molino. Sustituía una más antigua todavía. En la actual descubrirás flores esculpidas y dos sirenas que la culminan abrazando una maceta de flores. Se podría decir que es el recuerdo de los niños del pueblo que pescaban peces de la acequia que pasaba por debajo de la plaza. En realidad, la fuente se trasladó desde la plaza de la Iglesia hasta la plaza de la Palmera.

En la actual descubrirás flores esculpidas y dos sirenas.

Un lugar emblemático desde siempre

La Plaza de la palmera

En la plaza hay sombra por la mañana. Tres palmeras y dos arbustos y un banco que mira al pueblo redondean este pequeño oasis. Tiene mucha historia, es un lugar emblemático desde siempre. Este rincón había sido una casa, que se derribó para construir la plaza y abrir la calle Nou, un paseo de acacias y plataneros que ahora ha cambiado de nombre y es más austero. La palmera que da nombre a la plazoleta actual y que ahora hace las veces de rotonda formó parte de un patio particular hasta finales de la década de 1920, cuando se abrió la calle Nou. En la plaza de la Palmera estaba el centro republicano y, más adelante, el cine Doré. También se recuerda una tienda de comestibles. Desde el banco, a la derecha, verás una casa de 1933 en la que descubrirás sobrios detalles de «art decó» en la fachada. Más allá, el Parc de la Memòria.

Tres palmeras, un banco y la fuente: un oasis.

 

El parque urbano para recordar los antiguos lavaderos

Parc de la Memòria (lavaderos)

Para recordar y realzar los antiguos lavaderos, se ha habilitado el entorno de uno de ellos en forma de parque urbano que nos ancla al presente. Es el Parc de la Memòria: una instalación moderna de líneas rectas y geométricas que incluye un pequeño paseo con bancos. El caminante lo recorre siguiendo las jardineras con plantas autóctonas y bajo una emparrada metálica. Una barandilla acabada en cristal, que une el parque con el entorno, sirve como introducción al espacio antiguo. Es un rincón para descansar, hablar y volver al pasado.

Una instalación moderna que une pasado y presente.

 

Había dos lavaderos públicos

Parc de la Memòria

Bajando unas escaleras encontrarás la parte del lavadero que se ha conservado: los bloques de piedra inclinados recuerdan a las mujeres de San Rafael del Río que lavaban la ropa familiar. Se ha puesto en valor la antigua instalación con su contraste con la moderna. Destaca, sobre el lavadero histórico, que ahora está al aire libre y se encuentra rodeado, todavía, por un banco de piedra, la enorme losa que indica el nombre del parque. De la acequia, gracias a una compuerta, le llegaba agua a todas horas. En Sant Rafael del Río había dos lavaderos públicos, uno en lo alto del pueblo y el otro, los lavaderos de abajo, en la actual calle Sant Vicent. El que forma parte del Parc de la Memòria es el de arriba.

Se ha puesto en valor la antigua instalación.

 

Es el molino más antiguo de la zona

El Molí Castell

Dentro del núcleo actual de San Rafael del Río, tras las casas de la calle Sant Vicent y junto al río Sénia se encuentran las ruinas del Molí Castell. Es el molino más antiguo de la zona. Es de la primera mitad del siglo xiv y primero fue un molino harinero y después de aceite. Lo llaman así porque en algún momento perteneció a la familia Castell. Se encuentra en la frontera entre la Comunidad Valenciana y Cataluña y quedan en pie algunas paredes de piedra y argamasa.

La orden de Montesa y la del Hospital se disputaban el agua.

Hay un documento de la Orden de Montesa del año 1332 que explica cómo había que distribuir los derechos sobre el agua del río Sénia y las acequias que iban hacia los campos y molinos. El agua debe partirse «medio por medio para molinos harineros y traperos y para abrevar ganado y regar según el regadío que cada una de las partes de la Orden del Hospital y de Montesa […] han acostumbrado a tener». Esto para la parte de arriba del puente. Para la parte de abajo, se daba preferencia al agua que iba al Molí Castell en detrimento del resto y se mandaba que el agua sobrante volviera al río. Igualmente, se sentenciaba que se compartiera el agua siempre que se pudiera para regar la huerta y abastecer los demás molinos.

 

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